Cosas que hacer en París: Atracciones imprescindibles
París, Ciudad de la Luz y Ciudad del Amor, está llena de lugares únicos por descubrir. No es casualidad que sea uno de los destinos más visitados y turísticos del mundo. Ya sea que seas un viajero descubriendo la capital francesa por primera vez o un habitual planificando su fin de semana, siempre hay algo nuevo por explorar. ¿Te preguntas qué hacer en París? Entonces comienza explorando los 20 lugares imprescindibles de París que debes visitar al menos una vez.
1. El Museo del Louvre
Si hay una visita que no debe perderse durante una estancia en París, es indudablemente el Louvre. El museo más famoso y visitado de Francia, célebre por su entrada icónica bajo una pirámide de vidrio.
El Louvre no es ni más ni menos que el museo más grande del mundo; es simplemente inmenso. Se extiende por casi 210,000 metros cuadrados y alberga cientos de miles de obras y piezas de exhibición, todo ello agrupado en 9 departamentos temáticos:
- Departamento de Antigüedades Egipcias
- Departamento de Antigüedades Griegas, Etruscas y Romanas
- Departamento de Antigüedades Orientales
- Departamento de Artes de Bizancio y Cristiandades en Oriente
- Departamento de Artes del Islam
- Departamento de Artes Gráficas
- Departamento de Objetos de Arte de la Edad Media, el Renacimiento y la época moderna
- Departamento de Pinturas
- Departamento de Esculturas de la Edad Media, el Renacimiento y la época moderna
El departamento de pinturas cuenta, por sí solo, con más de diez mil obras. Entre ellas destacan varias obras maestras, como La Mona Lisa de Leonardo da Vinci, La Balsa de la Medusa de Théodore Géricault, o también, La Libertad guiando al pueblo de Eugène Delacroix, un cuadro emblemático que ha dejado una huella indeleble en el patrimonio cultural e ideológico francés.
De todas las actividades disponibles en París, el Louvre es la actividad cultural imperdible. Un día no es suficiente para descubrir ni siquiera la mitad del museo, dado lo vasto que es. Concéntrese en uno o varios de los cinco recorridos temáticos que propone el museo. De una duración de una hora a una hora y media, estos recorridos están diseñados para resaltar las obras más destacadas según sus intereses. Tanto si es pequeño como grande, amante del arte o simplemente curioso, la visita al Louvre se impone como lo imprescindible durante una primera escapada a París.
2. El Sena
El Sena es el río emblemático que atraviesa París, un elemento central e histórico que ha jugado un papel crucial en el desarrollo de la ciudad desde la época romana, cuando París se llamaba Lutecia. Hoy en día, el Sena es ante todo el símbolo del romanticismo a la francesa, pero también representa una manera única de descubrir la historia, la cultura, la vida cotidiana y la arquitectura de París.
El Sena puede explorarse a pie recorriendo sus animados muelles, pero lo ideal es subirse a uno de los numerosos Bateaux Mouches que navegan por el río. Una experiencia fluvial que ofrece una perspectiva única de la ciudad y sus monumentos. Deslizarse al ritmo del agua permite descubrir algunos de los edificios emblemáticos parisinos, como la Torre Eiffel, el puente Alejandro III, el Grand Palais, o la catedral de Notre-Dame de París.
Las numerosas barcazas que navegan por el río ofrecen un punto de vista excepcional y una experiencia inolvidable a todos los visitantes de París. Para los viajeros que descubren París en pareja, participar en un crucero nocturno es una actividad imprescindible a planificar durante su estancia en París, para sumergirse en la atmósfera romántica de la Ciudad del Amor.
3. La colina de Montmartre y su basílica del Sacré-Cœur
Montmartre es un barrio único, antaño frecuentado por artistas, escritores y bohemios. Este barrio fue durante mucho tiempo el epicentro de la vida artística parisina. Aunque el alma del barrio tiende a desvanecerse con el tiempo, todavía conserva numerosos vestigios del pasado, lo que lo convierte en un lugar imprescindible para visitar.
En el barrio de Montmartre se respira un ambiente de pueblo en pleno corazón de París, con sus pequeñas callejuelas adoquinadas, sus terrazas de café, así como los caricaturistas y retratistas que animan sus calles, ofreciendo una atmósfera a la vez retro y romántica.
En la cima de la colina, a 130 m de altitud, dominando la plaza Louise-Michel, se alza la basílica del Sacré-Cœur, una de las vistas más bellas de París. Para los menos deportistas, hay un funicular que les llevará hasta allí.
Un consejo importante para no arruinar la magia del lugar: nunca haga caso a las solicitudes de los vendedores ambulantes de pulseras u otros objetos.
4. La catedral de Notre-Dame de París
Tras sufrir los estragos de un incendio en 2019, la catedral de Notre-Dame de París supo renacer de sus cenizas y reabrió sus puertas al público el domingo 8 de diciembre de 2024, más resplandeciente y luminosa que nunca, después de 5 años de trabajos.
El monumento que se alza en el corazón de la capital, en medio de la Isla de la Cité, se impone nuevamente como uno de los monumentos imprescindibles de París para visitar. El acceso al interior de la catedral es completamente gratuito. También es posible asistir gratuitamente a las misas y vísperas diarias. Para quienes deseen una inmersión más profunda, la catedral propone visitar el Tesoro de Notre-Dame por 10 euros. Un lugar único que reúne una serie de objetos preciosos utilizados para la liturgia católica.
La catedral de Notre-Dame, con sus 850 años de historia, peripecias y resiliencia, sigue siendo un símbolo cuya notoriedad ha trascendido las fronteras francesas, siendo un lugar imprescindible para visitar en París. Cerca de la catedral, también es posible visitar la Sainte-Chapelle, otro edificio religioso construido bajo el reinado de Luis XIV, famoso por sus muros compuestos casi exclusivamente de vitrales.
5. Los Campos Elíseos y su Arco de Triunfo
¿Cómo pensar en visitar París sin recorrer sus famosos Campos Elíseos? La avenida más famosa de Francia se extiende a lo largo de casi 1,91 km, desde la Plaza de la Concordia hasta el Arco de Triunfo, ¡y recibe a cerca de 300,000 visitantes cada día!
Es una avenida que ofrece un verdadero escenario de postal con una atmósfera única que mezcla arquitectura haussmanniana y escaparates de las marcas y casas de lujo más grandes. Guerlain, Louis Vuitton, Dior, Cartier, Mauboussin o Tiffany & Co tienen presencia en los Campos Elíseos.
Los Campos Elíseos también son su Arco de Triunfo, que por sí solo es una visita obligatoria. Mandado construir por Napoleón Bonaparte tras su victoria en Austerlitz en 1805, el Arco de Triunfo simboliza el orgullo nacional francés. Además de su simbolismo, este imponente monumento tetrápilo se eleva a 49,54 m y ofrece una vista única de la capital. Atención, sin embargo, la subida se realiza solo por escaleras, pero la vista de París bien vale el esfuerzo.
Para disfrutar al máximo de «la avenida más hermosa del mundo», visítela el primer domingo de cada mes, ya que la avenida está reservada para peatones.
6. El Museo de Orsay
El Museo de Orsay es un lugar emblemático de la capital que ha tenido dos vidas. Construido originalmente como una estación de tren para la Exposición Universal de 1900, al igual que la Torre Eiffel, el lugar fue rehabilitado e inaugurado como museo en 1986. Es un lugar único que destaca por su arquitectura atípica, sus inmensas vidrieras y su gran reloj heredado de otra época, pero sobre todo por la riqueza de su colección de obras de arte.
El Museo de Orsay se distingue por una colección de más de 2,000 esculturas y cerca de 5,000 pinturas, incluyendo la colección más grande del mundo de pinturas impresionistas (cerca de 500 lienzos) y postimpresionistas (alrededor de 600 lienzos).
Entre estas obras maestras, el museo expone una veintena de lienzos de Édouard Manet, decenas de lienzos de Vincent van Gogh, varios de Renoir y Monet, o el provocador lienzo «El origen del mundo» de Gustave Courbet.
El Museo de Orsay es un lugar único y uno de los museos más hermosos de Francia, sin lugar a dudas, lo que lo convierte en una visita imprescindible entre las cosas que ver en París.
7. La Torre Eiffel
El símbolo emblemático de París y de Francia es una visita imprescindible para cualquier viajero que explore la Ciudad de la Luz. La Dama de Hierro, diseñada por el ingeniero Gustave Eiffel e inaugurada en 1889 con motivo de la Exposición Universal, domina la capital desde sus 324 metros de altura.
Para los más valientes, descubrir la Torre Eiffel significa, en primer lugar, emprender el ascenso de los 674 escalones que conducen al segundo piso; un ascensor está disponible para quienes prefieren no subir a pie. En el segundo piso, los más curiosos podrán explorar un pequeño museo dedicado a la historia de la torre.
El último piso, situado a 276 metros de altura y accesible únicamente por ascensor, permite descubrir una recreación del despacho de Gustave Eiffel, pero sobre todo, ofrece una vista panorámica impresionante de París. Una vista de 360 grados que permite observar todos los sitios emblemáticos de la capital.
En resumen, la Torre Eiffel, aunque muy popular y frecuentada, sigue siendo un lugar único que se debe visitar al menos una vez en la vida y que debe incluirse en tu itinerario si es tu primera vez en París.
8. El Palacio Garnier
El Palacio Garnier, o la Ópera Garnier, es una obra maestra arquitectónica inaugurada en 1875 por orden de Napoleón III. Es uno de los monumentos más importantes de París que refleja el esplendor cultural de Francia a nivel internacional.
El palacio, ubicado en la Plaza de la Ópera, en el corazón de los famosos bulevares parisinos, es una mezcla suntuosa de esculturas y pinturas integradas en una arquitectura haussmanniana. En el corazón del edificio se encuentra la sala de espectáculos roja y dorada, así como su monumental techo de 220 m² realizado por Marc Chagall.
Si estás de visita en París, la visita al Palacio Garnier es imprescindible. Para aprovechar al máximo este lugar único, se recomienda encarecidamente participar en una visita guiada o usar una audioguía para apreciar la riqueza cultural del lugar. ¡Una oportunidad única de seguir los pasos del famoso fantasma de la ópera!
9. El Barrio Latino y el Panteón
El Barrio Latino de París es uno de los barrios más bellos de la ciudad. También es uno de los más antiguos, con una historia que se remonta a la época romana. Como dato curioso, debe su nombre a la histórica presencia de la Universidad de La Sorbona, donde la enseñanza se realizaba en latín.
En el corazón de este barrio, la visita obligada que no puede faltar en cualquier itinerario es el majestuoso Panteón. El Panteón de París, obra maestra del arquitecto Soufflot, ofrece una arquitectura grandiosa con una impresionante cúpula y columnas corintias. Un monumento neoclásico imponente que merece ser visitado.
En el interior del Panteón, los visitantes pueden descubrir el famoso péndulo de Foucault, subir los 206 escalones que llevan a la cúpula para disfrutar de una vista de 360 grados del distrito V y, por supuesto, explorar la famosa cripta del Panteón.
La cripta alberga a grandes hombres y mujeres que han recibido los honores de la República y el reconocimiento de la nación francesa. Victor Hugo, Émile Zola, Jean Jaurès, Jean Moulin, Marie Curie, Joséphine Baker, o Simone Veil, entre otros, están enterrados aquí. Un monumento emblemático para sumergirse en la historia francesa y sus grandes figuras.
10. El Jardín de las Plantas y el Museo de Historia Natural
El Jardín de las Plantas es un lugar mágico, un oasis de verdor en el corazón de París. Este jardín botánico histórico, creado en mayo de 1635 por orden de Luis XIII, se extiende sobre 24 hectáreas completamente dedicadas a las ciencias de la vida.
El jardín alberga una impresionante variedad de plantas y árboles, tanto al aire libre como en invernaderos. También es posible descubrir una galería de mineralogía, una galería de paleontología para los amantes de los dinosaurios, así como la famosa Gran Galería de la Evolución. El jardín también cuenta con una ménagerie (el zoológico del Jardín de las Plantas) con muchas especies animales atípicas como el tapir malayo, los extravagantes takines o las elegantes panteras.
Un lugar único que es ideal tanto para los amantes de la naturaleza como para los apasionados de las ciencias, encantará a grandes y pequeños, y te permitirá descubrir muchas cosas nuevas sobre la fauna y la flora.
11. El Cementerio del Père-Lachaise
¿No sabes qué visitar en París? ¿Por qué no un cementerio? No cualquier cementerio, claro está: el Cementerio del Père-Lachaise. Ubicado en el corazón de París, fue inaugurado en 1804 y hoy en día es el más visitado del mundo, con cerca de 3,5 millones de visitantes cada año. Una visita tanto atípica como imprescindible durante una estancia en París.
El lugar se extiende sobre casi 43 hectáreas y alberga más de 70,000 tumbas, numerosos monumentos conmemorativos y más de 4,000 árboles. Entre todos los monumentos, el más emblemático es sin duda el muro de los Federados, en homenaje a los 147 federados fusilados por el ejército de Versalles, símbolo hoy de la lucha por la libertad.
Si el cementerio parisino es mundialmente conocido, también es gracias a sus numerosas tumbas esculpidas que lo convierten en un verdadero museo al aire libre, así como a la presencia de numerosas personalidades enterradas allí. Entre ellas: los escritores Molière, La Fontaine, Oscar Wilde, o Honoré de Balzac; el compositor Frédéric Chopin; el pintor Amedeo Modigliani; la cantante Édith Piaf (…) y, por supuesto, la famosa tumba de Jim Morrison, el cantante emblemático de The Doors, donde miles de visitantes se reúnen cada año.