Visita París: El itinerario esencial de 5 días
Visitar París puede parecer abrumador dada la abundancia de monumentos y lugares por descubrir en la capital francesa. Para que no te pierdas los sitios imprescindibles y para ahorrar tiempo, hemos preparado un completo itinerario de cinco días. En esta guía ingeniosa encontrarás los mejores lugares y los puntos más destacados de la capital francesa, ¡para que no te falte nada!
Día 1: El descubrimiento de París
Para comenzar su estancia en París —y más aún si es su primera visita a la capital francesa— lo ideal es iniciar con una visión de conjunto. Esto también le permitirá refinar sus opciones de visitas y actividades si fuese necesario.
Mañana: visita a la Torre Eiffel y al Trocadéro
Para su primera mañana en París, nada mejor que empezar con el símbolo emblemático de la ciudad: la Torre Eiffel.
La visita a la Torre Eiffel permite disfrutar de una vista panorámica y global de París, y así tener una mejor idea de lo que descubrirá en los próximos días. Desde sus 324 metros de altura, podrá contemplar los principales monumentos y puntos de referencia de la ciudad, como el Arco de Triunfo, la basílica del Sagrado Corazón, la Torre Montparnasse o la catedral de Notre Dame.





Se recomienda encarecidamente comprar su entrada para la Torre Eiffel antes de su visita, ya que el acceso es limitado, en particular para el último piso. También es importante saber que el precio de la entrada varía según el destino final (2° piso o cima) y según el método de ascenso (ascensor o escaleras).
Atención: las entradas adquiridas no son intercambiables ni modificables. Tampoco es posible comprar en el lugar un “complemento para la cima” si solo ha adquirido una entrada para el segundo piso.


Una vez que haya terminado su visita a la Dama de Hierro, diríjase hacia el puente de Iéna para llegar a la explanada del Trocadéro y sus famosas fuentes. Tras subir las escaleras, llegará a la plaza del Trocadéro, el lugar ideal para capturar sus mejores fotos con la Torre Eiffel de fondo.
Almuerzo: Sugerencias gastronómicas en el 7° distrito
Después de su visita a la Torre Eiffel y al Trocadéro, lo mejor es comer algo rápido por el 7° distrito, cerca del Campo de Marte. Si desea disfrutar de un almuerzo francés de calidad en un ambiente acogedor, aquí tiene tres direcciones típicamente parisinas que encantarán a su paladar:
- Aux Cerises (47 avenue de Suffren, 75007 París): Un café-restaurante acogedor, ideal para degustar platos caseros a base de productos frescos. Perfecto para un almuerzo ligero y delicioso.
- Au Petit Tonneau (20 rue Surcouf, 75007 París): Un bistrot tradicional con platos generosos y auténticos. El lugar perfecto para descubrir la cocina francesa clásica en un ambiente amigable.
- Restaurant Chiquette (3 rue de Bourgogne, 75007 París): Un entorno ideal para un momento elegante y agradable alrededor de una refinada cocina francesa.
Tarde: Descubrimiento de París
Para continuar este primer día de exploración, lo ideal es participar en una visita guiada general de París. La capital francesa no es muy extensa (solo 13 km de largo), pero está repleta de monumentos, museos y lugares excepcionales.


Existen dos opciones para explorar París:
Autobús turístico "Hop-On Hop-Off"
Los autobuses turísticos son una forma clásica de descubrir París, pero hay que admitir que son muy prácticos. Cubren los principales puntos de interés de la capital y realizan múltiples paradas, unas veinte aproximadamente. El audioguía multilingüe también resulta muy útil para conocer más detalles sobre los lugares imprescindibles.
Una manera sencilla y eficaz de visitar París. Si está buscando un autobús turístico, le recomendamos adquirir su billete con Big Bus.
Visita con guía privado
Para una experiencia más inmersiva y personalizada, opte por un chofer-guía privado; déjese guiar por un auténtico parisino para descubrir la ciudad.
Entre las diferentes opciones disponibles, recomendamos especialmente la visita de París en 2CV, el icónico coche francés de los años 50.
Una experiencia a la vez vintage y original, ideal para descubrir anécdotas e historias curiosas mientras admira los monumentos más hermosos y los barrios pintorescos de París. El recorrido suele durar entre 2 y 3 horas, y el chofer lo recogerá y lo dejará directamente en su hotel. Si le gustan las emociones, también puede optar por la exploración de París en sidecar, una actividad de descubrimiento a la vez vintage y emocionante.
Si desea descubrir París de noche y con iluminación, elija en este caso la visita nocturna. Recorrer París de noche, a orillas del Sena, por los Campos Elíseos y frente a sus principales monumentos, es una experiencia única y mágica.
Día 2: Isla de la Cité, Isla Saint-Louis y Museo del Louvre
Para su segundo día en París, nada mejor que descubrir el corazón de la capital, con sus dos islas, corazón histórico e imagen icónica de París, antes de continuar su visita hacia uno de los museos más prestigiosos del mundo: el Louvre.
Mañana: Notre-Dame de París, la Sainte-Chapelle y la Conciergerie
La Île de la Cité alberga tres monumentos excepcionales, tanto por su estética como por su historia: la catedral de Notre-Dame de París, la Sainte-Chapelle y la Conciergerie.



La catedral Notre-Dame de París ya está reabierta, tras haber sufrido los terribles estragos de un incendio en 2019. La catedral, de fama mundial, luce ahora más resplandeciente y luminosa que nunca. Es una auténtica proeza arquitectónica, tanto histórica como moderna; además, es uno de los principales monumentos de Francia debido a su importancia histórica. En sus muros tuvieron lugar el acto de coronación de Napoleón I y los funerales de varios presidentes franceses que han marcado la nación (el general Charles de Gaulle, Georges Pompidou, François Mitterrand).
La visita a Notre-Dame de París es completamente libre y gratuita, así que sería una lástima perdérsela. Puede reservar una franja de visita en el sitio web de la catedral Notre-Dame de París. La reserva no es obligatoria, pero se recomienda encarecidamente para evitar las largas colas en los días de mayor afluencia.
Una vez que haya terminado su visita a la catedral, diríjase hacia la Sainte-Chapelle, situada a menos de 400 metros. En el camino, haga una breve parada en el ahora reconocido Marché aux fleurs Reine-Elizabeth-II (anteriormente Marché aux Fleurs de l’Île de la Cité). Un pequeño mercado hortícola pintoresco, con sus pabellones metálicos, que no carece de encanto.
Después, diríjase a la Sainte-Chapelle, obra maestra de la arquitectura gótica, famosa por sus magníficos vitrales del siglo XIII: un lugar que no debe perderse. Junto a la Sainte-Chapelle se encuentra también la Conciergerie. Antiguo palacio real, el edificio es hoy un museo dedicado al periodo revolucionario. Como dato curioso, fue dentro de los muros de la Conciergerie donde la reina María Antonieta estuvo detenida antes de su ejecución. Si le interesa la época revolucionaria, la Conciergerie es una visita imprescindible; de lo contrario, priorice la Sainte-Chapelle por la belleza de sus vitrales.
Es imprescindible reservar sus entradas para la Sainte-Chapelle con antelación, ya que es una visita muy solicitada. Las entradas son gratuitas para menores de edad y para jóvenes ciudadanos europeos de menos de 26 años. Para los adultos, el costo es de 13 € (20 € si elige visitar también la Conciergerie).
Almuerzo: Isla Saint-Louis
Para el almuerzo, diríjase a la Isla Saint-Louis, símbolo del romanticismo y del encanto parisino. Si desea comer algo rápido, puede hacer un picnic frente al Sena, desde los muelles de la isla o en la plaza Square Barye. Si prefiere una experiencia culinaria más excepcional, cruce el Sena para dirigirse al salón de té y pastelería A. Lacroix, una de las mejores pastelerías de París.
Allí podrá almorzar y, sobre todo, degustar pasteles de excepción. ¡Anímese a probar un macaron! Durante la comida, aproveche para planificar su recorrido para la visita más importante de su estancia en París: El Louvre.
Tarde: El Louvre
Después de recargar energías, diríjase al museo del Louvre y su icónica pirámide de vidrio. El Louvre es la visita cultural que no debe perderse en París; renunciar a él sería realmente una lástima. Es uno de los museos más famosos del mundo, y sobre todo el más grande en cuanto a superficie de exposición, con sus 73.000 m² y sus cientos de miles de obras de arte.



La visita al Louvre es algo que debe prever y preparar con antelación. No será posible verlo todo en medio día, ni siquiera en varios días, en realidad. Por ello, tendrá que planificar las obras que desea descubrir con mayor prioridad.
El museo consta de 9 departamentos temáticos que le ayudarán a planificar su recorrido, y alberga numerosas obras de fama internacional como La Mona Lisa de Leonardo da Vinci, La balsa de la Medusa de Théodore Géricault o La Libertad guiando al pueblo de Eugène Delacroix.



Para ayudarle a programar su visita, el museo ofrece recorridos temáticos, señalizados, con una duración de 1 h a 1 h 30. Entre estos recorridos, encontrará por ejemplo el dedicado a los grandes maestros, el de el Antiguo Egipto o el de el ala Richelieu, donde se exponen, entre otras piezas, esculturas antiguas. Según sus intereses, planee de 2 a 3 recorridos temáticos, o de 2 a 3 departamentos, para tomarse el tiempo necesario de apreciar las obras expuestas.
La entrada al museo del Louvre cuesta 22 € por persona (tarifa adulto). Sin embargo, es gratuita para los menores de 26 años que residan en un país del Espacio Económico Europeo, presentando un documento oficial de identidad. Es imprescindible reservar sus entradas al Louvre con antelación, ya que de lo contrario corre el riesgo de no poder acceder al museo.
Para una visita más personalizada y comprender mejor la historia y la técnica detrás de las obras maestras, no dude en optar por una entrada con visita guiada del Louvre. Esto permite apreciar mejor los grandes clásicos y, además, los guías disponen de accesos prioritarios.
Día 3: Palacio Garnier y Montmartre
Para este tercer día en París, dedíquese a descubrir los lugares de excepción que se encuentran en los distritos 9 y 18, dos distritos vecinos.
Mañana: Visita al Palacio Garnier
Lo ideal es comenzar su tercer día en París con la visita al Palacio Garnier, también conocido como la Ópera Nacional de París.



Se puede descubrir la ópera asistiendo a una representación teatral o musical. Las entradas son escasas y, a menudo, hay que reservar con varias semanas, e incluso varios meses de antelación. No deje de consultar el calendario de representaciones, ya que podría ser una experiencia realmente única durante su estancia en París.
Incluso si no tiene la oportunidad de asistir a un espectáculo, la visita al Palacio Garnier sigue siendo imprescindible entre las cosas que ver en París. La ópera es una auténtica obra maestra arquitectónica, un monumento emblemático que representa la influencia cultural de Francia a nivel internacional.
Las visitas al Palacio Garnier solo tienen lugar entre las 10h y las 16h. Sin embargo, tenga cuidado, ya que algunos días el acceso se restringe debido a ensayos o preparativos de espectáculos. Para asegurar su entrada, reserve sus billetes para el palacio en línea al menos de 3 a 4 días antes.
Además de las visitas clásicas, el Palacio Garnier organiza visitas en forma de juego con la temática de Arsène Lupin, el caballero ladrón. Es un juego en el que tendrá que desvelar el secreto de Cagliostro. Una forma original y divertida de descubrir la ópera, que encantará a grandes y pequeños. ¿Se atreverá a aceptar el desafío del Palacio Garnier?
Mediodía: Almuerzo en la colina de Montmartre
Después de seguir los pasos del Fantasma de la Ópera, ponga rumbo al barrio bohemio de París: Montmartre.
En el camino, encontrará una gran variedad de restaurantes. Si desea probar las especialidades francesas en un ambiente de bistró tradicional, reserve mesa en uno de los establecimientos emblemáticos de la colina de Montmartre. El entorno ideal para degustar caracoles a la borgoñona antes de emprender el ascenso hacia la Basílica del Sagrado Corazón.
Algunas sugerencias para comer algo en Montmartre:
- Le Consulat (18 Rue Norvins, 75018 París): Restaurante histórico que ofrece cocina francesa tradicional en un entorno auténtico.
- Bouillon Pigalle (22 Boulevard de Clichy, 75018 París): Un lugar popular y asequible que ofrece clásicos franceses en un ambiente informal.
- Le Progrès (7 Rue des Trois Frères, 75018 París): Bistró acogedor, ideal para una pausa de almuerzo típicamente parisina.
Tarde: Visita a Montmartre
Dedique la tarde a descubrir el pintoresco barrio de Montmartre y su ambiente de aldea. Hay muchas visitas guiadas a Montmartre disponibles. Participar en una de ellas es la mejor manera de no perderse nada. Montmartre está repleto de rincones ocultos e historias sorprendentes por descubrir.





En su recorrido por Montmartre, descubrirá la Rue des Abbesses, la calle más animada de la colina, donde podrá comprar el famoso chocolate de la Maison Alain Ducasse, una idea de recuerdo sencilla y emblemática. No se pierda tampoco el Muro de los «Te amo», que muestra la famosa declaración en más de 300 idiomas, ni la Place du Tertre, donde los artistas locales exponen sus obras y le proponen retratarlo por unos pocos euros.
Finalmente, llegará al pie de la colina para comenzar el ascenso hacia la hermosa Basílica del Sagrado Corazón, vestida completamente de blanco. La basílica corona París a unos 130 metros de altitud y ofrece una vista panorámica espectacular de la capital. La entrada es gratuita y la basílica está abierta todos los días, sin excepción.
Si desea evitar subir los aproximadamente 200 escalones, puede tomar el funicular (de pago), que lo llevará a la cima desde la plaza Square Louise-Michel en menos de dos minutos.
Noche de espectáculo en el barrio de Pigalle
¿Qué mejor manera de finalizar esta intensa jornada que adentrarse en el barrio más atrevido de la capital para asistir a uno de los espectáculos más míticos de París, en el cabaré más legendario de Francia: el Moulin Rouge?


Este lugar emblemático, fácilmente reconocible por su fachada escarlata en forma de molino, es famoso en todo el mundo por sus espectáculos llenos de color (no accesibles para menores) y su legendario French Cancan.
No debe limitarse al aspecto atrevido del espectáculo, porque el show del Moulin Rouge es mucho más que eso: es uno de los espectáculos coreografiados más impresionantes de la escena parisina. Los bailarines, acróbatas y músicos son sencillamente impactantes. El reverso de la moneda y del éxito internacional del lugar es que los espectáculos del Moulin Rouge son caros y muy demandados.
Para tener la oportunidad de asistir a una representación o a una cena-espectáculo, es imprescindible reservar su entrada al Moulin Rouge con varios días de antelación. Vale la pena: es uno de los espectáculos más emblemáticos de París y de Francia.
Día 4: Barrio Latino, Jardín de Luxemburgo y Museo de Orsay
Para este cuarto día en París, sumérjase en el ambiente intelectual, artístico e histórico de la capital.
Mañana: Exploración del Barrio Latino y el Panteón
Comience su jornada descubriendo el emblemático Barrio Latino (distritos 5 y 6), famoso por su ambiente estudiantil, sus librerías antiguas y sus pequeñas calles pintorescas. El barrio todavía resuena como el corazón histórico de la vida intelectual parisina. Allí se encuentran dos edificios emblemáticos: la Universidad de la Sorbona y el Panteón.


Existen varias formas de descubrir el corazón de París, participando obviamente en una visita guiada del Barrio Latino o, si busca algo más original, le recomendamos conocer el centro con una visita guiada en bicicleta. Además de ser divertida y entretenida, visitar el centro de París en bicicleta le permitirá recorrer rápidamente varios distritos (5 y 6) del Barrio Latino, así como otros cercanos como el célebre Marais (3 y 4), situado muy cerca.
También puede lanzarse a explorar el corazón de París por su cuenta. Si desea descubrir el Barrio Latino de forma independiente, comience en la Place Saint-Michel y su famosa fuente, luego diríjase hacia la Sorbona. No dude en perderse deliberadamente en las calles del Barrio Latino para empaparse de toda su magia. Desde la Sorbona, continúe hasta llegar al Panteón.
El Panteón es una visita que no debe perderse, tanto por su arquitectura como por su importancia cultural a nivel nacional. En esta majestuosa estructura neoclásica reposan grandes figuras francesas como Voltaire, Victor Hugo, Marie Curie o incluso Alejandro Dumas.
También encontrará en su interior la estatua de la Convención Nacional, así como el famoso Péndulo de Foucault en la nave del Panteón. Si elige la opción del panorama, podrá subir la escalera de caracol que le llevará a la cúpula del Panteón, desde donde disfrutará de unas vistas magníficas de París.


Para la visita, una vez más conviene reservar sus entradas para el Panteón con antelación para evitar esperas. La entrada es gratuita para los menores de 26 años procedentes de la UE, mientras que para adultos cuesta 13,00 € (16,50 € con opción de panorama).
Después de descubrir a las ilustres mujeres y hombres que han marcado la historia de Francia, diríjase hacia el Jardín de Luxemburgo, un pequeño oasis verde en pleno París. Un paréntesis natural antes de continuar su periplo hacia Odéon.
Almuerzo: Relax en el Jardín de Luxemburgo
El Jardín de Luxemburgo es ideal para hacer un picnic si hay sol. Puede instalarse cerca de la fuente central y disfrutar de un ambiente tranquilo.
Si prefiere un almuerzo de restaurante más convencional, hay multitud de establecimientos populares entre Luxemburgo y Odéon. A continuación, algunas direcciones imprescindibles que merecen la pena:
- Treize au Jardin (5 Rue de Médicis, 75006 París), ambiente acogedor, cocina franco-estadounidense casera, a un paso del jardín.
- Le Procope (13 Rue de l'Ancienne Comédie, 75006 París), el café más antiguo de París, cargado de historia, frecuentado en su momento por Voltaire, Rousseau o Diderot.
- Le Paradis des Amis, 14 Rue de Buci, 75006 París, pequeño bistró acogedor con cocina francesa generosa y muy buen ambiente.
- Le Jardin Saint-Germain, 6 Rue de l'Abbaye, 75006 París, entorno verde y elegante, cocina francesa cuidada, perfecto para una pausa más tranquila.
Tarde: Museo de Orsay
Tras el almuerzo, camine desde el Pont Saint-Michel y empiece a recorrer la orilla del Sena en dirección al Museo de Orsay. Un bonito paseo a pie junto al río, que le permitirá conocer algunos de los puentes más emblemáticos de la capital, como el Pont Neuf, el más antiguo de París, o el Pont des Arts.



Cuando el camino por la orilla le obligue a subir, significará que está cerca del Pont Royal y, a pocos metros, del Museo de Orsay.
El Museo de Orsay es un lugar excepcional tanto por las colecciones que alberga como por su infraestructura atípica. El museo es una antigua estación de tren construida para la Exposición Universal de 1900, reconvertida y renovada posteriormente hasta transformarse en el centro cultural que conocemos hoy. Menos extenso que el Louvre, Orsay sigue siendo un museo excepcional, sobre todo por la riqueza de sus colecciones de pintura impresionista y postimpresionista.





Allí tendrá la oportunidad de admirar obras maestras de Monet, Degas, Renoir y, por supuesto, numerosos cuadros del atormentado artista Van Gogh. Orsay también acoge habitualmente exposiciones temporales.
El museo abre de martes a domingo (cierra los lunes). El precio para adultos es de 13 €, y la entrada es gratuita para menores de 26 años procedentes de la UE. Reserve en línea su entrada para el Museo de Orsay para asegurarse el acceso. Calcule de 2 a 3 horas para disfrutar plenamente de las exposiciones permanentes y temporales.
Noche animada en el corazón de París
Para finalizar el día con estilo, disfrute de la noche al mejor estilo parisino.
Si le atrae el estilo “guinguette”, diríjase a tomar algo o cenar en Rosa Bonheur sur Seine (Port des Invalides, 75007 París), una barcaza con vistas impresionantes al Sena y al puente Alejandro III. Al puro estilo de la guinguette parisina, allí encontrará un ambiente desenfadado, festivo y típicamente parisino.
Si desea una atmósfera más íntima, opte por el célebre Caveau de la Huchette (5 Rue de la Huchette, 75005 París), un club de jazz mítico enclavado en una bodega abovedada del Barrio Latino. Un lugar emblemático desde los años 40, que ofrece conciertos en directo y una pista de baile donde todavía se ve bailar a los amantes del jazz. Un auténtico viaje al París de antaño con un toque de magia atemporal.
Día 5: Arco de Triunfo, Campos Elíseos y cena-crucero por el Sena
Para culminar su aventura parisina de la mejor manera, nada como recorrer los Campos Elíseos para luego deslizarse por el Sena.
Mañana: Arco de Triunfo y avenida de los Campos Elíseos
Comience su último día con la visita al Arco de Triunfo. Este monumento emblemático ordenado por Napoleón se encuentra en la Place Charles-de-Gaulle, comúnmente conocida como Place de l’Étoile. Bajo el arco, se halla la tumba del Soldado Desconocido y su llama eterna, en memoria de los soldados franceses caídos por la Patria durante la Primera Guerra Mundial.




Desde lo alto del imponente arco de 50 metros, tras subir sus 284 escalones, podrá disfrutar de una vista panorámica excepcional de París, los Campos Elíseos y la Torre Eiffel.
La entrada para el arco y su azotea (rooftop) cuesta 16 € para adultos, y sigue siendo gratuita para los menores de 26 años ciudadanos de la UE. Como en la mayoría de atracciones turísticas de París, es muy recomendable comprar su entrada para el Arco de Triunfo en línea con varios días de antelación.
Una vez terminada la visita al arco —cuente alrededor de 1 hora para la visita completa— será el momento de descender por la avenida más hermosa del mundo: los Campos Elíseos. Una avenida famosa en todo el mundo por sus boutiques de lujo, sus marcas internacionales y su ambiente animado.



Desde 2016, los Campos Elíseos son totalmente peatonales una vez al mes, normalmente el primer domingo. Si su estancia coincide con principios de mes, intente planificar su visita a los Campos Elíseos ese domingo.
Con casi 1,9 km de longitud, los Campos Elíseos albergan decenas de tiendas y enseñas de grandes marcas. Podríamos decir que es el templo de las compras de lujo y para el gran público en todo París. Louis Vuitton, Chanel, Cartier, Dior, pero también Zara, Lacoste, Nike, Adidas, la tienda del Paris Saint-Germain o incluso Sephora, Guerlain o Yves Rocher tienen presencia aquí. Muchas de estas tiendas son "Flagship" y presentan un diseño único con multitud de productos exclusivos.
Hay para todos los gustos y presupuestos; es libre de ir saltando de una tienda a otra.
Mediodía: Almuerzo en los Campos Elíseos
En los Campos no faltan opciones de restauración, desde la comida rápida más sencilla hasta los grandes restaurantes. Entre todas las propuestas, hay tres direcciones emblemáticas de los Campos Elíseos, pero tenga en cuenta que los precios pueden ser (muy) elevados.
- L’Alsace (39 avenue des Champs-Élysées, 75008 París): Una brasserie tradicional para degustar cocina francesa clásica.
- Fouquet’s Paris (99 avenue des Champs-Élysées, 75008 París): Un establecimiento mítico y elegante que ofrece platos refinados.
- Le Deauville (75 avenue des Champs-Élysées, 75008 París): Café acogedor, ideal para un almuerzo sencillo en la terraza.
Tarde: Compras y Jardín de las Tullerías
Después de almorzar en los Campos, tiene varias opciones. Por supuesto, puede prolongar la actividad de compras, ya que la gran cantidad de tiendas podría ocuparle fácilmente toda la jornada.
Una vez finalizada la escapada por los Campos, su paseo le llevará a la Place de la Concorde, famosa por su auténtico obelisco egipcio de más de 3.000 años de antigüedad, lo que lo convierte en el monumento más antiguo de París.


Detrás de la Concorde se encuentra el magnífico Jardín de las Tullerías, donde podrá disfrutar de un remanso de paz o incluso subir a la Noria para disfrutar de unas vistas impresionantes.
Noche: Crucero-cena por el Sena
Para poner el broche de oro a su estancia en París, diríjase a los muelles de la ciudad para disfrutar de una de las actividades imprescindibles para todo viajero en la capital: el inolvidable crucero-cena por el Sena a bordo de una gabarra o un bateau-mouche.





Disfrutará de una comida mientras descubre un París diferente, deslizándose al ritmo del agua. Es posible participar en un crucero por el Sena a cualquier hora del día, pero la mejor forma de apreciar el lado romántico de París es hacerlo en un crucero nocturno. La capital iluminada mostrará un rostro completamente distinto que lo dejará deslumbrado.
Para no llevarse un disgusto, es fundamental reservar sus plazas con la debida antelación. Le recomendamos las siguientes compañías para garantizar una cena-crucero inolvidable:
- Les Vedettes de Paris: para un crucero fluvial en forma de aperitivo
- La Marina de Paris: para una cena-crucero de calidad a un precio razonable
- Les Bateaux Mouches: la compañía emblemática para un crucero-cena de prestigio por el Sena
- Les Bateaux Parisiens: para un crucero refinado con servicio de restauración gastronómica